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PUNTOS DE VISTA SOBRE LA GUERRA EN UCRANIA

Mar 31, 2022

Un intercambio de puntos de vista sobre la guerra en Ucrania entre militantes norteamericanos de la solidaridad internacional

— Presentamos aquí un intercambio de puntos de vista sobre la guerra en Ucrania. Comienza con una versión ligeramente editada de una carta que Pete Seidman, líder en Miami de la coalición U.S. Hands Off Cuba and Venezuela (Manos de EUA Fuera de Cuba y Venezuela), le envió a Medea Benjamin, cofundadora de Global Exchange (Intercambio Global) y Codepink: Women for Peace (Codepink: Mujeres por la Paz), y Nicolás (Sandy) Davies, periodista independiente e investigador de Codepink.

— Seidman responde al artículo de Benjamin y Davies titulado “Cómo Estados Unidos inició una nueva guerra fría con Rusia y dejó que fuera Ucrania la que realizara el combate”. Este último apareció el 28 de febrero del 2022 en la publicación CommonDreams y lo publicamos nuevamente a continuación.

— Debido a la importancia de los temas abordados, Panorama-Mundial publica este intercambio de puntos de vista para beneficio de los que luchan contra la guerra y otros lectores interesados. Los editores de Panorama-Mundial comparten los puntos de vista de Seidman.

CARTA DE PETE SEIDMAN

MIAMI, Florida, 3 de marzo del 2022

Queridas Medea y Sandy,

Esta es una breve nota en respuesta a su artículo, “Cómo Estados Unidos inició una nueva guerra fría con Rusia y dejó que fuera Ucrania la que realizara el combate”.

Ucrania en guerra 24 de febrero

Las guerras le imponen pruebas contundentes a la política. En este caso, ustedes dicen con razón: “Esperamos sinceramente que Rusia ponga fin a su invasión ilegal y brutal de Ucrania mucho antes de que cometa una fracción de la matanza y la destrucción masiva que Estados Unidos y sus aliados han cometido en nuestras guerras ilegales”.

Pero en mi opinión, el tono y el énfasis de su artículo evitan darle frente al punto central, al sugerir que Rusia de alguna manera puede justificar el darse por provocada por la agresión económica y política de la OTAN / Estados Unidos ante sus fronteras.

Incluso si Rusia está convencida de que tiene intereses estratégicos en Ucrania, esto no justifica de ninguna manera una invasión de ese país.

Usted sabe bien que el camino hacia la paz verdadera pasa por la justicia, que en este caso tiene que incluir el derecho de Ucrania a la autodeterminación. Es el segundo país más grande de Europa, y no un peón que de ninguna manera puede ser justificadamente responsable ante la fuerza militar de Rusia mientras ésta persigue sus intereses percibidos, comportándose como si todavía fuera la “prisión de las naciones” cuando el chovinismo de la Gran Rusia caracterizó a un imperio cuya caída nadie lamenta.

Es cierto que la política exterior de Estados Unidos y la OTAN es despreciable, agresiva y, en mi terminología, imperialista. Todas las personas que vivimos en Estados Unidos tenemos la responsabilidad particular de hablar en contra de esta política criminal.

Pero ningún grado de agresión de Estados Unidos y la OTAN justifica de ninguna manera la invasión rusa. Rusia también es una potencia capitalista que no tiene en absoluto objetivos moralmente elevados con que pretenda justificar su invasión brutal, inmoral e ilegal de Ucrania. No se trata de otra cosa que una riña geopolítica en la que el pueblo de Ucrania y su derecho a la autodeterminación nacional ya están sufriendo y pagando el precio más alto.

No hay nada progresista en la actuación de Rusia. El hecho de que estén en un conflicto con la OTAN no los hace de ninguna manera progresistas. Esta es una pelea de matones. Los combatientes que deben ser apoyados son los ucranianos que quieren que las fuerzas rusas salgan de su país.

La claridad política también aumentará en Ucrania en el curso de esta lucha, el papel de las fuerzas derechistas en el país podrá entenderse más claramente, y será posible avanzar en aras de la unidad en una lucha por una Ucrania nueva, progresista o incluso revolucionaria. Sin duda, Washington y la OTAN intervendrán en esta compleja situación como siempre lo hacen. Pero los ucranianos han demostrado ya que su lucha va mucho más allá de las manipulaciones de cualquier potencia hostil.

La independencia de Ucrania está al centro del debate

Realmente creo que la independencia de Ucrania es el meollo del asunto. Los llamados a la “paz” que no incluyen específicamente un llamado a que los rusos se retiren de Ucrania disuelven la cuestión concreta en una cuestión pacifista abstracta. ¡En este momento, las fuerzas rusas están disparándole a los ucranianos en su propio país!

No hay paz justa ni diplomacia seria a menos que una retirada rusa sea uno de sus mandatos.

Podría haber no enviado esta nota, que espero que no les parezca tediosa o dogmática, si mi crítica fuera solo del tono y la imprecisión del artículo. Pero ahora he recibido una nota de Sandy [Nicolas J.S. Davies] en la que está respaldando un mitin este sábado 5 de marzo que no pide la retirada de las fuerzas rusas de Ucrania. Lo que pide es negociar una paz en Ucrania mientras su pueblo está siendo agredido a punta de pistola. ¡No! Me imagino que la mayoría de los ucranianos verán este tipo de manifestación por la “paz” como un ejercicio de hipocresía inútil o, en el mejor de los casos, de inconsistencia política.

El volante de la manifestación pide “¡No a la guerra con Rusia!” Pero no hay guerra con Rusia (al menos no todavía). Hay una guerra de Rusia contra Ucrania. La manera en que el volante de este mitin lo expresa, Rusia parece ser la víctima. Esto no es cierto. En la medida en que Rusia sea víctima de una competencia inter-imperialista más intensa en el mundo (que no es sólo entre Rusia y la OTAN, sino también dentro de la OTAN, y también entre los países de la OTAN y Estados Unidos), no deberíamos tomar partido.

Espero con interés, por supuesto, cualquier discusión que quieran tener sobre este tema, ya que considero que es de gran importancia para todos aquellos que desean organizar una lucha verdaderamente efectiva contra la guerra.

Cómo Estados Unidos comenzó una nueva guerra fría con Rusia y dejó que fuera Ucrania la que realizara el combate

Por Medea Benjamin y Nicolás J.S. Davies

28 de febrero del 2022—Los defensores de Ucrania están resistiendo valientemente la agresión rusa, avergonzando al resto del mundo y al Consejo de Seguridad de la ONU por no protegerlos. Es una señal alentadora que los rusos y los ucranianos estén sosteniendo conversaciones en Bielorrusia que puedan conducir a un alto al fuego. Deben hacerse todos los esfuerzos por poner fin a esta guerra antes de que la maquinaria bélica rusa mate a miles más de los defensores y civiles en Ucrania, y obligue a cientos de miles más a huir.

Pero bajo la superficie de este clásico juego de moralidad hay una realidad más insidiosa en juego, y ese es el papel de Estados Unidos y de la OTAN que abonaron el terreno para esta crisis.

El presidente Biden ha calificado a la invasión rusa como “no provocada”, pero eso está muy lejos de la verdad. En los cuatro días previos a la invasión, los observadores del alto al fuego de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) documentaron un peligroso aumento de las violaciones del alto al fuego en el este de Ucrania, con 5,667 violaciones y 4,093 explosiones.

De hecho, la mayoría ocurrieron dentro de las fronteras de las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), lo que concuerda con el lanzamiento de proyectiles por parte de las fuerzas gubernamentales de Ucrania. Con casi 700 observadores del alto al fuego de la OSCE sobre el terreno, no es creíble que todos estos fueran incidentes prefabricados de “bandera falsa” organizados por las fuerzas separatistas, como afirmaron funcionarios estadounidenses y británicos.

Ya sea que el lanzamiento de esos proyectiles se tratara sólo de otra escalada en la larga guerra civil o del bombardeo inicial de una nueva ofensiva del gobierno, ciertamente fue una provocación. Pero la invasión rusa ha excedido con creces cualquier acción proporcional para defender a la RPD y la RPL de esos ataques, lo que la torna desproporcionada e ilegal.

Resurgimiento de la Guerra Fría de Estados Unidos contra Rusia y China

Sin embargo, en el contexto más amplio, Ucrania se ha convertido en instrumento y en víctima involuntaria del resurgimiento de la Guerra Fría de Estados Unidos contra Rusia y China, en la que Estados Unidos ha rodeado a ambos países con fuerzas militares y armas ofensivas, se ha retirado de toda una serie de tratados de control de las armas y se ha negado a negociar para resolver las racionales preocupaciones de seguridad planteadas por Rusia.

En diciembre del 2021, después de una cumbre entre los presidentes Biden y Putin, Rusia presentó un borrador de propuesta para un nuevo tratado de seguridad mutua entre Rusia y la OTAN, con 9 artículos a negociar. Representaban una base razonable para un intercambio serio. Lo más pertinente a la crisis en Ucrania era simplemente acordar que la OTAN no aceptaría a Ucrania como nuevo miembro, lo que en todo caso no está sobre la mesa en el futuro previsible. Pero de entrada la administración Biden descartó la propuesta de Rusia en su totalidad, ni siquiera aceptándola como base para las negociaciones.

Biden y la OTAN

¿Por qué, entonces, era tan inaceptable la negociación de un tratado de seguridad mutua que Biden estuvo dispuesto a arriesgar miles de vidas ucranianas, aunque ni una sola vida estadounidense, en lugar de tratar de encontrar terreno común? ¿Qué dice eso sobre el valor relativo que Biden y sus colegas les dan a las vidas estadounidenses en comparación con las ucranianas? ¿Y cuál es esta extraña posición que Estados Unidos ocupa en el mundo de hoy que le permite a un presidente estadounidense arriesgar tantas vidas ucranianas sin pedir a los estadounidenses que compartan su dolor y sacrificio?

La ruptura de las relaciones de Estados Unidos con Rusia y el fracaso de la política inflexible y arriesgada de Biden precipitaron esta guerra, y sin embargo, la política de Biden “desplaza al exterior” todo el dolor y el sufrimiento para que los estadounidenses puedan, como dijo una vez otro presidente en tiempos de guerra, “seguir campantes con sus asuntos” y seguir saliendo de compras. Los aliados europeos de Estados Unidos, que ahora deben albergar a cientos de miles de refugiados y enfrentar una creciente espiral en los precios de la energía, deberían tener cuidado de no aceptar este tipo de “liderazgo” que bien podría ponerlos en la primera fila del combate.

Expansión de la OTAN

Al final de la Guerra Fría el Pacto de Varsovia, contraparte de la OTAN en Europa oriental, quedó disuelto, lo cual también debería haber sucedido con la OTAN ya que había logrado el objetivo por el cual fue construida. En cambio, la OTAN ha sobrevivido como una peligrosa alianza militar, fuera de control y dedicada principalmente a expandir su esfera de operaciones y justificar su propia existencia. Se ha expandido de 16 países en 1991 a un total de 30 países en la actualidad, incorporando la mayor parte de Europa oriental mientras que ha seguido cometido agresiones, bombardeos de civiles y otros crímenes de guerra.

En 1999 la OTAN lanzó una guerra ilegal con el objetivo de arrancarle militarmente a lo que quedaba de Yugoslavia un Kosovo independiente. Los ataques aéreos de la OTAN durante la guerra de Kosovo mataron a cientos de civiles, y su principal aliado en esa guerra, el presidente de Kosovo Hashim Thaci, hoy está siendo juzgado en La Haya por los atroces crímenes de guerra que cometió bajo cobertura de los bombardeos de la OTAN, aparte de los asesinatos a sangre fría de cientos de prisioneros para vender en el mercado internacional de trasplantes sus órganos internos.

Lejos del Atlántico del norte, la OTAN se unió a Estados Unidos en su guerra de 20 años en Afganistán, y luego atacó y destruyó Libia en el 2011, dejando atrás un estado fallido, una crisis permanente de refugiados, y violencia y caos en toda la región.

En 1991, como parte de un acuerdo para que la URSS aceptara la reunificación de Alemania Oriental y Occidental, los líderes de occidente aseguraron a sus homólogos soviéticos que no expandirían la OTAN más cerca de la frontera de Rusia que la de la Alemania unificada. El Secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker, prometió que la OTAN no avanzaría “ni una pulgada” más allá de la frontera alemana. Todos pueden acceder a la explicación de esas promesas incumplidas de Occidente en 30 documentos desclasificados que han sido publicados en el sitio web del Archivo de Seguridad Nacional.

Como era de predecirse la OTAN, después de expandirse por Europa oriental y librar guerras en Afganistán y Libia, ha vuelto al punto de partida para ver una vez más a Rusia como su principal enemigo. Las armas nucleares de Estados Unidos ahora están basadas en cinco países de la OTAN en Europa: Alemania, Italia, los Países Bajos, Bélgica y Turquía, mientras que Francia y el Reino Unido tienen sus propios arsenales nucleares. Los sistemas de “defensa antimisiles” de Estados Unidos, que podrían ser usados para disparar misiles nucleares ofensivos, están instalados en Polonia y Rumania, y en una de las bases en Polonia a solo 100 millas de la frontera rusa.

Otra de las solicitudes rusas en su propuesta de diciembre fue que Estados Unidos simplemente se reincorporara al Tratado INF (Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio) de 1988, en virtud del cual ambas partes acordaron no desplegar misiles nucleares de corto o mediano alcance en Europa. Trump se retiró del tratado en el 2019 por consejo de John Bolton, su asesor de Seguridad Nacional, quien también lleva colgando de su cartuchera los cueros cabelludos del Tratado ABM de 1972, del JCPOA con Irán del 2015, y el Marco Acordado en 1994 con Corea del Norte.

Ninguna de estas cosas puede justificar la invasión rusa de Ucrania, pero el mundo debería tomar en serio a Rusia cuando dice que sus condiciones para poner fin a la guerra y volver a la diplomacia son la neutralidad ucraniana y el desarme. Si bien no puede esperarse que ningún país se desarme por completo en el mundo actual que está armado hasta los dientes, la neutralidad podría ser una opción seria a largo plazo para Ucrania.

Hay muchos precedentes exitosos, como Suiza, Austria, Irlanda, Finlandia y Costa Rica. O tomemos el caso de Vietnam. Tiene una frontera común y serias disputas marítimas con China, pero Vietnam se ha resistido a esfuerzos de Estados Unidos de involucrarlo en su Guerra Fría con China, y sigue comprometido desde hace mucho tiempo con su política de los “Cuatro Noes”: ni alianzas militares; ni afiliación con un país en contra de otro; ni bases militares extranjeras; ni amenazas o usos de la fuerza.

Alto el fuego en Ucrania

El mundo debe hacer lo que sea necesario para obtener un alto al fuego en Ucrania y hacer que se mantenga. Tal vez Guterres, el Secretario General de la ONU, o un representante especial podrían actuar como mediadores, posiblemente con un rol para la ONU como garante de la paz. Esto no será fácil: una de las lecciones de otras guerras que aún no ha sido aprendida es que es más fácil prevenir la guerra por medio de una diplomacia seria y un compromiso genuino con la paz que dar fin a una guerra una vez que ha comenzado.

Y si llega a darse un alto al fuego, todas las partes deben estar preparadas para comenzar de nuevo a negociar soluciones diplomáticas duraderas que permitan vivir en paz a todos los pueblos de Donbás, Ucrania, Rusia, Estados Unidos y otros miembros de la OTAN. La seguridad no es un juego de ventajas, y ningún país o grupo de países puede lograr una seguridad duradera socavando la seguridad de los demás.

Estados Unidos y Rusia también deben asumir finalmente la responsabilidad que conlleva almacenar más del 90% de las armas nucleares del mundo, y deben pactar un plan para empezar a desmantelarlas de conformidad con el Tratado de la No Proliferación (TNP) y el nuevo Tratado de Naciones Unidas sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW).

Por último, mientras los estadounidenses condenan la agresión de Rusia, sería el epítome de la hipocresía olvidar o ignorar las muchas guerras recientes en las que Estados Unidos y sus aliados han sido los agresores: en Kosovo, Afganistán, Irak, Haití, Somalia, Palestina, Pakistán, Libia, Siria y Yemen.

Esperamos sinceramente que Rusia ponga fin a su invasión ilegal y brutal de Ucrania mucho antes de que cometa una fracción de la matanza y la destrucción masiva que Estados Unidos y sus aliados han cometido en nuestras guerras ilegales.

Fuente: https://world-outlook.com/es/2022/03/17/un-intercambio-de-puntos-de-vista-sobre-la-guerra-en-ucrania/

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