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LA LUCHA CONTRA EL RACISMO EN CUBA

Jun 1, 2022

La lucha contra el racismo en Cuba

(La siguiente es una entrevista realizada recientemente con Esteban Morales Domínguez por el People’s Forum [Foro de los Pueblos] de la ciudad de Nueva York.

Morales murió de un ataque al corazón el 18 de mayo del 2022. Nacido en Cárdenas, Matanzas, Cuba, en 1942, se convirtió en uno de los más destacados investigadores cubanos. Fue miembro del Partido Comunista de Cuba, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Comisión José Antonio Aponte de la UNEAC. Las responsabilidades de esta comisión incluían las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y la lucha contra el racismo en Cuba.

Morales fue miembro de la Academia de Ciencias de Cuba y ocupó numerosos cargos académicos, incluido el de profesor en la Universidad de La Habana. Fue autor principal, o coautor, de 15 libros y publicó muchos artículos. Su libro Desafíos de la problemática racial en Cuba, publicado en el 2007, fue la primera publicación sobre este tema por un erudito en Cuba desde la revolución de 1959.

“Duele la sorpresiva muerte de Esteban Morales”, dijo Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de Cuba y primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en un comunicado publicado por Prensa Latina el 19 de mayo. “Extrañaremos su inteligente, incisiva y comprometida evaluación de los problemas de nuestra época. Mis condolencias a familiares, amigos y a la intelectualidad cubana, que prestigió con su obra”.

La conversación, realizada recientemente por James Count Early en nombre del People’s Forum fue publicada el 22 de abril del 2022.

La transcripción, los subtítulos y las notas al final son de Panorama-Mundial.)

Mi nombre es James Early, y soy su anfitrión. Nos complace darle la bienvenida al Dr. Esteban Morales Domínguez de La Habana, Cuba. Distinguido economista, politólogo y autor de las perspectivas más importantes sobre el nexo de identidad nacional, identidad racial, identidad de clase e implicaciones políticas en la lucha contra el racismo, tema que ha sido señalado en Cuba hoy tanto por los ciudadanos cubanos como por el gobierno cubano y el Partido Comunista de Cuba. Bienvenido, Esteban.

Bien, yo creo que, ante todo, hay que hacer una cierta introducción histórica, para saber en qué momento estamos de todos esos aspectos políticos, democráticos, sociales que James sitúa en la introducción de la entrevista.

Racismo en Cuba

En primer lugar hay que decir que los problemas de racismo y discriminación racial que aún existen en Cuba no los trajo la revolución cubana, estaban aquí ya hace más de 500 años. Porque nosotros venimos históricamente de un régimen colonial esclavista, del régimen español colonial esclavista que comenzó entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI.

Cuando los españoles llegan a Cuba, llegan fundamentalmente con el interés de obtener ciertas riquezas, oro en particular, y de ese modo utilizaron a la población indígena, a la población originaria de la isla, a manera de trabajo esclavo.

Sin embargo, cuando surgió la producción azucarera, entonces fue cuando fundamentalmente llegaron los negros esclavos a Cuba. Porque los esclavos, los negros que llegaron a Cuba, los primeros que llegaron venían de España, se llamaban ladinos. Tenían cierta cultura adquirida en España y además hablaban el español, y venían como criados de los colonizadores españoles. Esa fue la primera población negra que que hubo en Cuba.

La población negra masivamente comenzó a llegar a Cuba fundamentalmente a partir de que tiene lugar la revolución de Haití y Haití pierde los mercados de café y del azúcar, y entonces se comienza a importar negros esclavos a Cuba para la producción azucarera.

Pero hay que decir que los españoles… no vinieron con ellos mujeres al principio, en la colonización. Vinieron hombres solos y por tanto casi de manera inmediata los españoles comenzaron a mezclarse con las indias y con las negras y esto trajo como resultado de que además de la población esclava emergiera en Cuba también una población mestiza, como resultado de las relaciones entre los españoles y las mujeres negras y mestizas.

Y así surgió en Cuba una población que se fue haciendo cada vez más compleja, formada por negros esclavos, negros libres que desde principio del siglo 16 podían comprar su libertad, y población mezclada, o sea población mestiza que a veces era libre, y a veces era esclava.

Esteban, como ciudadano cubano, científico social y experto en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, miembro del Partido Comunista, ¿cómo se identifica racialmente, y por qué?

Yo racialmente me identifico como negro. Mis padres fueron negros y yo soy negro, y por tanto así me identifico desde el punto de vista racial y de ahí viene también inicialmente mi cultura.

Ahora, ¿Qué ocurre con la población negra en Cuba? Que la población negra en Cuba viene de la esclavitud. Ese es su origen. Y realmente hay que decir que 500 años de esclavitud no se pueden solucionar en poco más de 60 años del cambio político en Cuba. O sea, en 1902 los negros en Cuba sufrían mucho la discriminación racial, o sea quiere decir, la República [establecida en ese momento] lo que hizo fue reforzar la discriminación racial en Cuba y reforzar un poco los lastres que dejó la esclavitud.

Es sólo a partir de 1959 cuando la situación comienza paulatinamente a cambiar. Particularmente Fidel [Castro], ya en marzo de 1960, habló de los problemas, de la necesidad de abolir la discriminación racial. Y lo primero que hizo en sus discursos fue tratar por todos los medios de que los negros tuviesen posibilidades de obtener empleo, cosa muy importante, porque a la población negra en Cuba le costaba mucho trabajo tener empleo.

Las empresas norteamericanas no le daban empleo a los negros en Cuba. La Cuban Telephone Company y la compañía de electricidad prácticamente no le daban empleo a los negros en Cuba, y muchas empresas norteamericanas por lo general no le daban empleo a los negros en Cuba.

Y los negros, desde el principio de la República, comenzaron a tener los empleos peor pagados, los más duros, los más difíciles. Digamos el corte de caña, la carpintería, la albañilería, la construcción en general, el trabajo en el campo… razón por la cual la población negra que nosotros nos encontramos en Cuba desde el comienzo de la República es una población negra mayoritariamente empleada en los empleos peores y en las actividades económicas menos lucrativas y en los empleos menos lucrativos.

Además, cuando se hace un estudio de esa población en la República, se ve que era una población que tenía un alto nivel de analfabetismo. Había muy pocos negros que podrían estudiar, incluso a principios del siglo XX, después de la República, los negros no podían ir a las escuelas. Eso comenzó poco a poco después, pero los negros no podían ir a las escuelas, no podían capacitarse. Muy pocos después, ya dentro de la República, lograron llegar a las universidades y lograron llegar a determinados empleos mejores, pero en general la población negra estaba llena de pobreza, de analfabetismo.

Porque además en Cuba, en el régimen cubano republicano, la distribución era extraordinariamente desigual.

La riqueza era blanca y la pobreza casi siempre era negra

La distribución de la riqueza por lo general era blanca y la pobreza casi siempre era negra. Y esa fue la realidad de la población negra en Cuba, incluso durante la República.

Esa es la situación con que nosotros nos encontramos, con que se encuentra después del año 1959 el triunfo de la revolución, con la población negra en Cuba.

Es decir, los negros en Cuba siguen padeciendo dificultades y problemas que tienen que ver con que vienen muy de atrás, vienen muy de una situación de pobreza, en la que todavía en cierto modo se están reproduciendo fenómenos que fueron fenómenos típicos de la esclavitud.

El Partido Comunista de Cuba ha llegado a reconocer que, durante muchos años, el tema de la identidad racial y el racismo era un tema tabú, declarando que el racismo había sido superado como resultado de que, a través de la ley, el país había quedado abierto a todos sus ciudadanos. Sesenta y dos años después de la Revolución Cubana, ¿estamos en un momento crítico, un momento nuevo y sin precedentes de discusiones entre los ciudadanos cubanos, el Partido Comunista de Cuba, y el gobierno cubano sobre el nexo de la identidad racial y nacional, sobre el antirracismo y el desarrollo del socialismo?

Hay ejemplos como los proyectos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba [UNEAC] que giran en torno a Color Cubano—Gisela Arandia, quien desarrolló ese proyecto en torno a la expresión contemporánea del comité José Aponte contra el racismo y la discriminación[1] — y en torno a la comisión organizada por el presidente Díaz-Canel, quien ha establecido un comité contra el racismo y la discriminación, y quien convoca y preside ese comité, interactuando con la sociedad civil, interactuando con los departamentos de gobierno, de turismo, de la policía y otros sobre las implicaciones raciales. ¿Es éste un momento nuevo e inédito en Cuba?

En primer lugar, cuando triunfa la revolución, en Cuba había un millón de analfabetos y la inmensa mayoría de esos analfabetos eran negros y campesinos, no eran personas que fundamentalmente vivieran en las ciudades.

En segundo lugar, teníamos una población formada por blancos—o llamados blancos—porque yo siempre digo que los españoles llegaron a Cuba con credenciales de blancos y así se quedaron, pero los españoles no son blancos por una razón muy simple: porque 400 años de colonización árabe no dan blanco más nunca. Pero lo más importante fue que llegaron con la espada, con la Cruz, y con los caballos, o sea con los símbolos de poder dentro de la colonia, y por tanto poco importaba que fueran blancos o que no fueran blancos. Pero desde el punto de vista de la identidad racial los españoles no son blancos, llegaron con esas credenciales y así se quedaron.

Eso es importante tenerlo en cuenta porque, el problema de la blancura o de la negrura en Cuba desde un principio es mucho de hipocresía, y mucho de auto asumirse, y mucho de qué fue lo que ocurrió con la identidad cubana cuando empezó a formarse la nación cubana.

La esclavitud de plantación y la esclavitud de la casa

En primer lugar, existían dos formas de esclavitud: la esclavitud de plantación y la esclavitud de la casa, es decir, en la casa del amo. La esclavitud en la plantación era demasiado dura, muy fuerte. Y se aplicaba con mucha fuerza.

Pero la otra forma de trabajo esclavo, que era fundamentalmente en la casa del hacendado español, en ella el negro tenía más oportunidades. ¿Por qué razón? Porque a veces al negrito pequeño la muchacha de la casa le cogía cariño, y le enseñaba a leer y escribir. Y no pocas veces el hacendado criollo, el blanco, en la casa cuando ya estaba para morir, concedía al esclavo su libertad, que era la posibilidad de ser libre.

Ese negro de la esclavitud doméstica estaba también siempre amenazado por la posibilidad de que si incumplía algo, o al amo no le gustaba algo que que él hiciera, lo mandaba para la plantación, o lo mandaba para el cepo como castigo. Es decir, en realidad no dejaba de ser esclavo, pero tenía unas posibilidades mayores que el esclavo de plantación.

Entonces por tanto, toda esa mezcla poblacional es la que se recibe en 1959. De toda esa mezcla poblacional, y como resultado de la forma en que se manejó el empleo durante la República, cuando triunfa la revolución la mayor cantidad de desempleados eran negros, la mayor cantidad de analfabetos eran negros, la mayor cantidad de pobres eran negros, y todo eso se arrastró y profundizó dentro de la República.

Por lo tanto, esa es la razón por la cual en marzo de 1960, cuando Fidel habla del problema de la discriminación racial y del racismo en Cuba, de lo primero que habla es de la necesidad que a los negros se le diera trabajo. Y entonces comenzó un proceso en el cual en primer lugar los negros pudieron ir a la escuela, e incluso llegar a la Universidad. En segundo lugar podían tener un empleo decente, y a veces no eran empleados de un Banco, pero podían ser maestro, podían tener un empleo relativamente decente con un buen salario, etcétera. Quiere decir, el negro poco a poco empezó a emerger como ciudadano con determinadas posibilidades.

En Cuba la educación comenzó a ser gratuita, y por tanto no había limitaciones para ir a la escuela, más que las posibilidades que se tuvieran ya de instrucción. Pero además llegó también la salud gratuita y por tanto la posibilidad de que todas las personas pudieran recibir atención médica, sin ver para nada el color de la piel o su situación social o su situación económica.

Hay que decir que no es que eso haya sido hecho directamente para los negros. Eso fue hecho directamente para toda la sociedad cubana, y los negros, como parte de la sociedad, se beneficiaron.

Ahora… de todas maneras, aún teniendo educación gratuita y salud gratuita, nosotros tenemos problemas hoy en Cuba que hablan fundamentalmente de los lastres de la esclavitud.

En primer lugar, el negro por lo general muere primero que el blanco. En segundo lugar el negro tiene menos posibilidades de llegar a la universidad. En tercer lugar el negro a veces no aprovecha suficientemente la salud pública gratuita, con lo cual quiere decir que todavía el negro arrastra esa situación, arrastra una situación en la cual a lo mejor no puede ir a la universidad porque tiene una familia que es más pobre, y a lo mejor llegó hasta octavo grado y ahí tiene que empezar a trabajar para ayudar a la familia.

Y a pesar de que digamos que en la universidad, si tú tienes una situación económica familiar difícil, la universidad te da un préstamo para sobrevivir y después tú pagas ese préstamo con con el trabajo que realizas ya empleado, después de graduado universitario, de todas maneras, eso es un elemento que representa indudablemente una desventaja para el negro.

Es decir, el negro en la sociedad cubana actual, a pesar de todo lo que ha hecho la revolución en Cuba para igualar a toda la población, el negro todavía en la sociedad cubana está en desventaja, e incluso la mujer negra tiene más posibilidades de morir de parto y de que sus hijos mueran en los primeros meses después del parto que la mujer blanca. Eso está demostrado claramente y estadísticamente que es así.

Esos son los lastres que tenemos todavía de la esclavitud, que solamente se pueden resolver hacia adelante con el avance de la cultura, de la educación, de la ciencia, y que poco a poco esta población vaya accediendo a esas posibilidades y a esas capacidades.

En Cuba todavía existe el racismo

Esa es la razón por la cual, si en Cuba todavía existe racismo y discriminación racial—y eso se expresa todavía en una cierta actitud hacia el negro y en una cierta desventaja del negro en la vida social y en la auto estima—entonces defender a la revolución y lo que la revolución ha hecho por el negro, diciendo que en Cuba no hay discriminación racial y no hay racismo, es una gran mentira.

Es una gran mentira. En Cuba todavía existe racismo, y todavía existe discriminación racial, y todavía existen racistas. Todavía existe gente que discrimina a los negros, independientemente de que yo creo que el país ha avanzado bastante desde ese punto de vista. Pero son problemas que hay que solucionarlos, y esa es la razón por la cual existen los proyectos comunitarios, existe la UNEAC y otras instituciones culturales, existe una resolución gubernamental para luchar contra el racismo y la discriminación racial, y existe la llamada Comisión Aponte, que tiene como objetivo precisamente el luchar contra el racismo y la discriminación racial desde la cultura.

Existen una serie de posibilidades para luchar, pero todavía hay que luchar contra una serie de problemas. Todavía hay personas que discriminan a los negros. Todavía hay negros que se ven a sí mismos como disminuidos, y dentro de eso hay un problema de autoestima que tiene que ver con la familia en que vivió, las circunstancias en que vivió.

Yo puedo decir eso, y lo digo con mucha claridad, y lo puedo decir con mucha razón, porque yo fui un negro hijo de un carpintero y un ama de casa, y de abuelas que eran criadas domésticas, y nací en el último cuarto de una cuartería de provincia en Cárdenas. Entonces viví esa vida.

Sin embargo fui un negro… lo que se puede decir un negro con suerte, porque en una ocasión participé en un concurso y me gané una beca para estudiar en la mejor escuela católica de mi pueblo, la de los reverendos padres trinitarios en Cárdenas. Allí estudié prácticamente hasta cuarto año de bachillerato. Viví en un ambiente de una escuela en que nada más había cuatro negros… yo era uno de ellos. Tuve excelentes profesores y excelentes maestros, porque los curas eran muy buenos profesores, muy buenos maestros.

Y sencillamente, cuando triunfa la revolución, yo puedo en 1962 ingresar en la universidad y en 1964 empiezo como alumno ayudante, y cuando me gradué en 1969 me quedé como profesor en la universidad.

Pero ese es mi origen. Y hay muchas personas que tienen mi origen y que lograron avanzar, pero hay otros que se han quedado atrás. Se han quedado atrás, y se han quedado atrás no porque no existan las oportunidades, sino porque una cosa son que existan las oportunidades y otra son las posibilidades de aprovechar esas oportunidades.

Hay personas en Cuba que no están en condiciones de aprovechar las oportunidades que el país da para estudiar, para cultivarse, para desarrollarse culturalmente.

Fidel luchó por erradicar el racismo

Fidel hizo una tarea muy importante en los años 80. Fidel se da cuenta de ese problema porque Fidel continuamente hablaba sobre ese problema, sobre el problema racial[2] y sobre la capacidad o la incapacidad que tenían los negros para llegar a la escuela, a la escuela técnica, a la universidad, etcétera.

Entonces se presentaban ciertas diferencias importantes respecto a la población negra en La Habana. Llegó un momento en que llegó a haber 80 mil jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban, y la inmensa mayoría eran negros.

Entonces Fidel creo lo que se llamó los “trabajadores sociales”, y hoy muchos de esos trabajadores que fueron trabajadores sociales lograron ingresar a la universidad. Y realmente una de las cosas que más impulsó el trabajo contra la discriminación racial es que en los años 80, cuando tiene lugar fundamentalmente la crisis de 1989 a 1994 [lo que se conoce en Cuba como el Período Especial en Tiempos de Paz[3]], nosotros nos percatamos de que quienes más habían sufrido en esa crisis eran personas negras y mestizas, porque eran las que menos oportunidades y menos capacidad tenían para aprovechar las oportunidades.

Esa es la razón por la cual nosotros todavía en Cuba arrastramos los problemas que dije.

Los negros provienen de una raza que fue esclavizada, que sufrió mucho, y que cuando tuvieron sus hijos, esos hijos heredaron todo eso, todo ese sufrimiento, toda esa incapacidad. Todos esos problemas los heredaron, y esa es la razón por la cual todavía en Cuba los negros se mueren primero.

James Early: ¿Puede hablar con más precisión sobre lo que realmente está sucediendo ahora dentro del Partido Comunista de Cuba y dentro del gobierno cubano en cuanto a los temas de identidad racial, racismo, antirracismo y desarrollo nacional?

Esteban Morales: El debate ha ido creciendo. Yo me he encontrado con personas que me han dicho que el debate racial no debe ser público, y me he encontrado con personas también—y hay artículos que lo reflejan—que dicen que el negro no puede ser… no es decente al igual que el blanco, y que el negro no es inteligente igual que el blanco.

Entonces tengo el laboratorio en casa y me doy cuenta perfectamente de eso. Cuando salíamos a la calle mi esposa y yo la gente nos miraba — hace años nos casamos, en el año 70 — alguna gente nos miraba con asombro. Algunas negras me miraban a mí diciendo: “mira, cuando adquirió una posición social se fue a casar con una blanca”, y algunos blancos tal vez dirían: “mira esa blanca casada con un negro, debe ser prostituta, o el negro debe ser millonario”. Es decir, esos son los prejuicios y las situaciones que existen y que aún existen en Cuba.

Hay un gran debate sobre todo eso, y ese debate es promovido por los proyectos comunitarios en diferentes grupos: es promovido a partir de que la Comisión Aponte lo promueve, y que la Resolución Gubernamental de Lucha Contra el Racismo y la Discriminación Racial lo promueve. Tiene que reflejarse más en la televisión; tiene que reflejarse más en la prensa escrita; tiene que reflejarse más en el debate dentro de las asambleas que se celebran en Cuba; debe ser más y más público cada vez el debate con ese problema.

Y la sociedad cubana tiene que cada vez más y más enfrentar ese debate y discutir sobre ese problema, y eso es extraordinariamente importante.

Los negros tengamos como aliado en primer lugar al Gobierno

El Gobierno, cubano que es el primer aliado de ese debate y el primero que lo promueve, hace que los negros tengamos como aliado en primer lugar al Gobierno. En primer lugar porque, en cuánto a las posibilidades de la salud, la educación, la cultura no se nos discrimina—todo lo contrario. Todo eso es para toda la población cubana, y en cuanto a la promoción del debate y la necesidad de resolver finalmente los problemas del racismo y la discriminación racial en Cuba, también el Gobierno es un aliado de los negros y mestizos.

Ahora, también hay un debate que tiene una parte negativa. Esa parte negativa es que la contrarrevolución utiliza los problemas que tienen que ver con la discriminación racial para subvertir a la sociedad cubana. El tema racial es un tema muy sensible, muy importante para la sociedad cubana, y hay quienes se dedican a esgrimirlo como un tema para dividir a la sociedad cubana y para buscar afectar a Cuba y buscar la posibilidad de que en Cuba se produzca un fenómeno de contrarrevolución.

Esa es la razón por la cual hay que escribir mucho sobre el tema, hay que debatir mucho sobre el tema, y hay que esclarecer mucho sobre el tema para que la gente sepa cómo es el tema, qué es lo que la revolución ha hecho, en qué ha adelantado, y qué es lo que se propone hacer en el futuro.

¿Cómo se relaciona la discusión sobre la identidad racial y el racismo con la cuestión y los desafíos del desarrollo de la democracia dentro de la Cuba socialista?

Las políticas públicas en Cuba son universales. Hay que empezar por decir eso. No son políticas públicas para un sector determinado. Las políticas públicas en Cuba para la sociedad son universales, todos tienen derecho a participar de esas políticas públicas y recibir beneficios. Y nadie puede obstaculizar eso.

Ahora, crecientemente la sociedad cubana va participando cada vez más en debatir esas políticas. Ya ustedes saben que hubo un debate sobre la Constitución que fué extraordinariamente interesante, y ahora hay un debate bastante fuerte sobre el código de la familia, que es el código de las familias, porque en Cuba nosotros queremos ampliar el concepto de familia.

También ha habido un debate con el problema del de la homosexualidad, en lo que se ha avanzado bastante, porque uno de los problemas que existen en nuestra cultura es el machismo, y el machismo ha recibido un gran golpe. No se les puede impedir que estudien, no se les puede impedir que adquieran una carrera universitaria, no se les puede impedir incluso que ingresen en el partido. Nada de eso se puede impedir. Entonces quiere decir que cada vez más se va ampliando el campo de la libertad para el ciudadano, y dentro de ese campo de ampliación de la libertad para ciudadanos, la discriminación racial va quedando cada vez más destronada del lugar que tuvo antes dentro de la sociedad cubana.

Es decir poco a poco se va creando en Cuba una situación social, legal, que va arrinconando al racismo y la discriminación racial. Porque si tú no puedes evitar que un negro ingrese en la Universidad, no puedes evitar que vaya gratuitamente a ver un médico, no puedes evitar que participen en una actividad cultural. Si tú no puedes evitar nada de eso, la posibilidad de arrinconar al negro va desapareciendo, y la posibilidad de discriminarlo va desapareciendo.

Un día estoy yo cerca de casa de mi hermana comprando caramelos para mi sobrina. Delante de mí hay un hombre blanco más o menos, con sus libros en la mano igual que yo, más o menos vestido igual que yo, y la muchacha que lo está atendiendo lo está atendiendo de lo más bien, de lo más solícitamente. Y cuando toca mi turno para comprar, la muchacha me dice: “¿y tú qué quieres?” Yo le dije: “tú sabes que así no se dirige a mí ni quien me conoce”.  Y ella se dio cuenta de lo que yo te estaba diciendo, y no sabía ni donde meter la cara.

Entonces quiere decir que esos fenómenos existen, esos fenómenos existen en la sociedad cubana, pero no son fenómenos que estén indicando en ninguna medida de que no avanzamos. Sí avanzamos, porque detectamos esos fenómenos y luchamos contra ellos.

La lucha del pueblo Cubano

Lo que ocurre en Estados Unidos no ocurre en Cuba

Y desde el punto de vista de lo que ocurre en Cuba no ocurre lo que ocurre en Estados Unidos, por ejemplo, donde el negro es discriminado y es apaleado por la policía por el mero hecho de ser negro. En Cuba eso no ocurre en realidad. En Cuba el negro oficialmente—vamos a decir que extraoficialmente puede haber alguien que lo maltrate—pero oficialmente es tratado al igual que cualquier otro ciudadano, con todas las capacidades y con todas las posibilidades.

Entonces quiere decir que estamos avanzando en ese sentido. Hemos ido logrando poco a poco situar el tema en el lugar en que debe estar, independientemente de que a veces podemos tropezarnos con personas que ni siquiera acepten el tema, que ni siquiera quieren que se hable de eso, y que sencillamente no les interesa hablar del problema.

Esa es la razón por la cual también hace falta movilizar a los propios negros para que participen en ese debate, participen en esa discusión, y se den su lugar y hagan como yo hice ese día: reaccionar ante una situación en la cual tú sientes que te están discriminando.

Esteban, usted ha sido muy directo al proponer al gobierno cubano, específicamente al Ministerio de Relaciones Exteriores, la necesidad de colorear—no racializar, pero colorear— las estadísticas sobre todo los extraordinarios avances de la Revolución Cubana.

Y tal como yo lo entiendo, con la lógica de que, aunque la Revolución Cubana ha hecho cosas extraordinarias, uno no puede realmente saber, en términos precisos, los avances del lado positivo sin examinar la cuestión del color, y por lo tanto, en base a la coloración de las políticas, reconocer lo que aún está por hacer en la Revolución Cubana con respecto a las políticas internas y democráticas de reconocimiento, respeto y desarrollo material. ¿Puede darnos más detalles al respecto?

Por supuesto. Eso yo lo digo en un artículo que yo tengo que se llama los retos del color.

Nuestras estadísticas tienen que estar coloreadas. ¿Por qué coloreadas? Porque los negros y los blancos no son iguales. Los negros, blancos, mestizos no son iguales en Cuba. Los negros y los mestizos arrastran ciertos problemas que los blancos no arrastran, independientemente de que un blanco también puede ser discriminado, pero no lo va a ser nunca por su color, lo va a ser quizás por su condición social, y un negro puede ser discriminado por su color.

Entonces las estadísticas tienen que ser coloreadas, porque a mí no me interesa que me digan que hay un 3% de desempleo en Cuba. A mí me interesa que me digan quiénes son esos desempleados, qué color tienen, y dónde están, porque si vamos a trabajar de verdad contra la discriminación racial las estadísticas económicas tienen que ser coloreadas, y las estadísticas demográficas tienen que ser coloreadas.

Ya hoy es posible tener estadísticas para saber cuántos negros hay aquí  y cuántos hay allá, cuántos blancos hay aquí y cuantos hay allá. Eso es importante porque la sociedad cubana es una sociedad multicolor, por lo cual dentro de esa multipolaridad hay desventajas, y para saber de verdad si la sociedad avanza, nosotros tenemos que saber que las personas negras y mestizas también avanzan desde el punto de vista cultural, educacional, de la atención social, de las políticas públicas. Tenemos que saberlo nosotros.

Tenemos que saber que si en Cuba hay desempleo y hay un 5% de desempleo, ¿quiénes son esos desempleados, y si son negros, blancos o mestizos, y en qué empresas están, en qué lugares están?

A mí me interesa saber en Güines cuántos negros abogados hay, y cuántos negros médicos hay en Cuba, y cuántos negros médicos hay en Matanzas.

Eso a mí me interesa. Eso es un dato importante, porque no es posible dirigir políticamente una nación sin saber eso, sin tener esa información, porque eso se convierte en un fenómeno de discriminación cuando tú no estás en las estadísticas. Estás discriminado cuando a tí no te consideran en las estadísticas—tú estás discriminado.

Yo hice un trabajo una vez en la Universidad sobre los investigadores y el profesorado. Había 1,200 profesores y sólo el 10% de esos 1,200 profesores eran negros y mestizos. Pero cuando fui a las categorías de profesor titular, auxiliar asistente de profesor, y de investigador, había muchos menos. Y cuando fui a los doctorados había muchísimos menos. Yo cogí ese trabajo y se lo puse encima de la mesa al rector, y cuando el rector vio aquello, el trabajo llevó a una discusión de política de cuadros.

Entonces eso es importante. ¿Por qué es importante? Porque la sociedad tiene que avanzar, y para decir que la sociedad avanza tiene que avanzar con todos sus componentes, y todos los componentes de una sociedad no tienen las mismas ventajas y desventajas. Porque toda sociedad nació con sus ventajas y sus desventajas.

Cuba nació con la esclavitud, y las grandes desventajas que se arrastran se arrastran de la esclavitud para los negros y mestizos. Los blancos arrastran otras desventajas por otras razones.

En este momento de desarrollo, ideológica y políticamente y con respecto a la democracia, ¿qué perspectivas críticas cree usted que los ciudadanos, el Partido Comunista y el gobierno deben aportar con respecto a los desafíos y el avance del socialismo cubano?

Bueno, nosotros tenemos en estos momentos en Cuba una situación compleja desde el punto de vista económico. En primer lugar estamos luchando por el crecimiento económico y por establecer el mejor modelo económico para Cuba, para que la economía cubana crezca. Y además tenemos también un debate cultural que Estados Unidos nos impone.

Estados Unidos nos está imponiendo un debate cultural bastante fuerte, que yo lo expreso en mis trabajos continuamente.

Quiere decir que existe por parte de Estados Unidos una agresión desde el punto de vista cultural, y esa agresión también va sobre el tema racial. Porque esa agresión va también sobre los negros que no son revolucionarios y que no quieren el socialismo en Cuba.

Esa agresión también va sobre los negros que utilizan estos problemas que nosotros tenemos con el color como elementos críticos contra el Gobierno. Porque sí, una mujer negra puede morir antes que una mujer blanca en el parto y el niño también. Eso estadísticamente es así, y el negro muere primero, pero el Gobierno revolucionario no tiene la culpa de eso.

Es un problema que se arrastra, y todo lo que se hace se hace para tratar de limar esas diferencias, y hoy por hoy el mayor ejemplo que tenemos nosotros en eso lo tenemos con el problema de la Covid.

Ya nosotros estamos poco a poco superando la Covid, y el trabajo que se ha hecho es extraordinario. Ya hay más de un 85% de la población vacunada, y estamos empezando a poner las vacunas de refuerzo, y en la vacunación no ha habido discriminación ninguna. ¡Que se atreva alguien a discriminar un negro en el proceso de vacunación contra la Covid, que va bien preso!

Entonces hay personas que sí, que son racistas, y que tienen esas actitudes, pero no se atreven a veces a manifestarlas porque saben que eso no es bien visto, que el racismo y la discriminación racial no son bien vistos por la sociedad cubana, y que los negros y los mestizos estamos trabajando y estamos luchando para irle arriba a esos problemas fuertemente, para que nadie lo pueda utilizar como un elemento para mantener el racismo y la discriminación. Eso no es posible.

Esteban, en su opinión, ¿qué papel deben jugar los jóvenes izquierdistas y socialistas en el desarrollo del socialismo cubano, y cómo cree que el gobierno y el Partido Comunista de Cuba deben responder a aquellos que intentan socavar o derrocar el voto mayoritario expresado en la Constitución cubana en apoyo del socialismo como la dirección básica del país?

En Cuba las personas pueden dar las opiniones que quieran. Si hay alguien que que no está de acuerdo con la Constitución en la reunión del CDR, puede pararse y decir que no está de acuerdo con la Constitución, y por eso no va a ir preso. Existe libertad de opinión y libertad de culto en Cuba. Cada cual puede ir a la Iglesia que quiera y practicar la religión que quiera, y cada cual puede hablar lo que quiera donde quiera, siempre y cuando eso no viole los derechos de nadie, porque mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás.

Entonces, yo no puedo violar los derechos de los demás, y todo eso se debate. Ahora se está debatiendo el Código de la Familia, y se están debatiendo una serie de leyes que van a ser muy importantes para el país. Y la gente puede votar a favor o votar en contra… hay que respetar a la mayoría, y si la mayoría dice tal cosa, eso tiene que respetarse, y va a las leyes. Y quien no cumpla esas leyes, bueno, tiene que responder por eso, porque vivimos en una sociedad.

Es una sociedad democrática de leyes que es una sociedad incluso más democrática que otras, porque aquí las leyes se discuten y se aprueban después de un referéndum. Que yo sepa en Estados Unidos ninguna ley se aprueba en un referéndum, y hay muchas sociedades en el mundo que las leyes no se aprueban en referéndum.

En Cuba las leyes se aprueban en referéndum. La Constitución cubana se aprobó en un referéndum, y el Código de la Familia se va a aprobar en un referéndum. Y si no se aprueban, no se aprueban, y no se convierte en ley. Pero si se aprueba, hay que respetarlo y hay que cumplirlo. Yo pienso que eso es así. Y si nosotros tenemos una resolución gubernamental que es para luchar contra el racismo y la discriminación racial, también tenemos leyes que castigan el racismo.

Si hay una persona que se comporta de manera racista con otra persona, y eso es de conocimiento público, esa persona tiene que responder por eso, como respondería por haberse robado lo que no es suyo. Porque las leyes son leyes.

Yo no creo que en Cuba haga falta una ley racial. Yo creo que con las leyes que existen y la Constitución es suficiente. Lo que tenemos que trabajar continuamente es para que esas leyes se apliquen y para que las políticas públicas beneficien a todos los ciudadanos—cosa a la cual el Gobierno no se va a oponer—y que la persona que se oponga a eso tenga que sufrir las consecuencias. 

Desde su perspectiva como ciudadano afrocubano que es miembro del Partido Comunista de Cuba, ¿qué papel cree usted que los extranjeros, particularmente en Estados Unidos y en todo el Caribe y América Latina, deberían desempeñar con respecto a la solidaridad relacionada con los problemas raciales que hemos discutido hoy?

Divulgar la realidad cubana desde ese punto de vista. Porque hay mucha gente que tergiversan la realidad cubana, que dicen mentiras sobre la realidad cubana, que atacan a la realidad cubana. Y no lo hacen con verdades, lo hacen tergiversando la realidad.

Entonces, lo primero es divulgar lo que se hace en Cuba con relación a ese tema; la actitud que tiene el Gobierno en relación con ese tema; la actitud de los intelectuales con relación a ese tema en Cuba; la actitud de los ciudadanos con relación a ese tema—como verdades. ¿Por qué? Porque la esclavitud. ¿Por qué? Porque el colonialismo español fue débil con la raza. Nos aceptó un poco más, nos discriminó un poco menos. ¿Está claro? Y entonces no fue como lo que ocurrió con los negros en Estados Unidos, que además por último los matan en la calle.

Entonces el negro norteamericano tiene que tener una conciencia racial fortísima. Nosotros no la tenemos. Nosotros tenemos que fortalecerla. Pero es que realmente el problema, incluso del racismo en Cuba, no se ha dado, así que se conozca mucho, que se haya matado a una persona por ser negro, porque haya salido una persona en manifestación, o a manifestarse en la calle, que lo hayan matado por ser negro, mientras que en Estados Unidos eso ha ocurrido con tremenda frecuencia. Eso no ha ocurrido en Cuba.

Entonces, el negro no tiene esa conciencia. Necesita una mayor conciencia racial. La conciencia racial nuestra tiene que fortalecerse, porque la conciencia racial se necesita para luchar contra el racismo.

Gracias, Esteban. ¿Algo más que quieras añadir?

Bueno, en realidad me parece que he dicho todo lo que pensaba y he pensado todo lo que he dicho. También yo sé que existe cierta incomprensión, y que mi palabra tiene que servir para saber que este problema en Cuba, aunque hemos avanzado, aún lo tenemos y seguimos trabajando contra él, y con el apoyo de las organizaciones y del Gobierno de la República, que está también preocupado porque este sea un problema de la sociedad cubana que se soluciona.

Por eso es que se hace mucho con el trabajo cultural, y se hace mucho con con la posibilidad de la búsqueda de las oportunidades para todos, y se trabaja mucho para que el negro no se sienta discriminado, y para utilizar las oportunidades, etcétera.

Ésa es la realidad. Eso es lo único que quisiera finalmente decir. Y darle las gracias por la entrevista.

NOTAS

[1] En la década de 1990, la dirección revolucionaria de Cuba y las organizaciones de masas en el país tomaron nuevas iniciativas para promover una discusión nacional sobre la lucha aún vigente contra el racismo. Esto incluyó el establecimiento por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), del grupo de trabajo Color Cubano en 1998.

El grupo lideró “discusiones que van desde el papel que los medios de comunicación deben desempeñar en la lucha contra el racismo, hasta la necesidad de incorporar temas raciales en los libros de texto escolares como un aspecto importante en el aula”, informó la periodista cubana Gisela Arandia en un artículo que apareció en un número especial de La Gaceta de Cuba dedicado a “Nación, Raza y Cultura” en el 2005. La Gaceta es la revista bimestral de la UNEAC.

La UNEAC formó la Comisión para la Lucha contra el Racismo y la Discriminación tras un acuerdo alcanzado en su 7º Congreso en el 2008, gracias al cual Color Cubano dejaría de existir y su trabajo relacionado con la lucha contra el racismo en Cuba se incorporaría al trabajo de esta comisión. Esa comisión empezó a funcionar públicamente en el otoño del 2009. Posteriormente, la UNEAC la renombró Comisión Aponte, en honor a José Antonio Aponte, un activista político y militar cubano de origen yoruba que organizó una de las rebeliones más prominentes de personas esclavizadas en Cuba en 1812.

[2] A pesar de la enorme transformación desde 1959, las actitudes racistas y las formas más sutiles de discriminación fueron más persistentes de lo que muchos habían anticipado, lo que ha sido una preocupación de la dirección revolucionaria de Cuba. En un discurso pronunciado en 1986 ante un congreso del Partido Comunista de Cuba, Fidel Castro declaró: “No podemos dejar que el azar corrija las injusticias históricas.

Para establecer realmente la igualdad total se necesita más que simplemente declararla en la ley”. Refiriéndose a la necesidad de avanzar en el porcentaje de negros y mujeres en el Comité Central del Partido Comunista, Castro pidió que se implementaran medidas proactivas, diciendo: “No podemos dejar la promoción de las mujeres, los negros y los mestizos al azar … Tenemos que enderezar lo que la historia ha torcido”. El discurso puede leerse en su totalidad en New International no. 6, una revista de política y teoría marxistas.

[3] El “Período Especial en Tiempo de Paz” se refiere al período en la década de 1990 cuando Cuba abordó su crisis económica más grave. Frente a la interrupción total del comercio fuertemente subsidiado con la antigua Unión Soviética, Cuba se enfrentó repentinamente a una caída del 35 por ciento de su producción económica (igual o mayor que el declive de la Gran Depresión en Estados Unidos en la década de 1930).

Al mismo tiempo Washington intensificó su guerra económica contra Cuba, mientras la revolución luchaba por obtener nuevos socios comerciales y fuentes de capital. En todas partes, los enemigos de la revolución predijeron el colapso “inminente” de la república de trabajadores y agricultores. Los trabajadores con mentalidad revolucionaria, sin embargo, defendieron la revolución socialista frente a estas dificultades, mostrando su convicción de que el gobierno cubano seguía siendo su gobierno. Y continuaron extendiendo la mano a los oprimidos y explotados en todo el mundo, ofreciendo asistencia con las luchas antiimperialistas y de liberación nacional.

Tomado de: https://world-outlook.com/es/2022/05/25/la-lucha-contra-el-racismo-en-cuba-i/ y https://world-outlook.com/es/2022/05/26/la-lucha-contra-el-racismo-en-cuba-ii/

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Un comentario en "LA LUCHA CONTRA EL RACISMO EN CUBA"
  1. Lamentable la muerte de Esteban Morales, lo conocí en la sala de navegación de la UNEAC, enseguida teníamos cosas en común que decirnos. Me contó que lo habían expulsado del Partido Comunista de Cuba por un artículo que aborda el problema de la corrupción en Cuba, y después cuando comprobaron que no estaba practicando o se estaba iniciando en la disidencia, lo volvieron a aceptar y le pidieron disculpas. Artículo del que le pedí `permiso para parcialmente publicarlo en mi libro Fidel Castro opiniones positivas y negativas. Vivía muy modestamente, y creo que se merecía mucho más, pero esa es la vida.
    Recuerdo decirme algo que no debería caer en el olvido;

    – Roberto no voy a permitir mientras esté en la Comisión Aponte de la UNEAC la formación de cabildos y hermandades por el color de la piel porque eso va generar divisiones y lo veo venir. –

    Yo le afirme a Esteban, si eso prospera vas a ver pronto el racismo del negro hacia el blanco, y presiento que esto va a llegar si no se ataja también; él solo hizo lo que a veces hacía para no equivocarse en las respuestas, bajar la vista, hizo silencio, pero asintió con la cabeza.

    Nunca te olvidare hermano negro.

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