Campaña presidencial en Brasil: “La victoria de Bolsonaro solo sería posible si utiliza su poder para sabotear las elecciones”.
Entrevista a Frei Betto
Por Manuel Varese Cabrera
Cuando el marketing de la comunicación política es más potente que las necesidades de las grandes mayorías. Cuando un pueblo es bombardeado segundo a segundo con la idea de que “el progresismo es corrupto” y esto cala en la indignación de las masas. Cuando la estrategia de explotar el homo videns con fake news tiene más éxito que el plato de comida en la mesa. Cuando esto y las leyes del capital logran un impeachment como el que sufrió Dilma Rousseff en 2016, entra en las venas de la democracia el peligro inminente del autoritarismo ultraderechista.
Jair Mesías Bolsonaro del Partido Liberal (PL) llegó al poder en 2018 a través de la politización de la justica (lawfare), luego de que el sistema judicial de Brasil lograra encarcelar injustamente a quien tenía muchas más posibilidades de ganar aquella contienda electoral: el sindicalista Luiz Inácio Lula da Silva, candidato por el Partido de los Trabajadores (PT).

Este 16 de agosto comenzó la campaña electoral en Brasil, en la que el 2 de octubre se elegirá al próximo presidente del país más grande de Latinoamérica.
Lula da Silva, liberado luego de pasar 580 días preso debido a un proceso irregular del que se han anulado todas las condenas, permitiéndole así participar en la contienda electoral de este año, lidera las encuestas con una ventaja de alrededor de 15 puntos por encima del ultraderechista Jair Bolsonaro. Según Datafolha, el candidato por la coalición del PT alcanzaría un 47%, mientras que el actual presidente, Bolsonaro, un 32%. De no llegar al 50% más un voto en primera vuelta, ambos irían a un segundo balotaje el 30 de octubre donde según la encuesta vencería Lula con 54% contra 37%.
En esta ocasión entrevistamos al escritor, periodista y activista Carlos Alberto Libanio Christo, conocido como Frei Betto, quien en 1964 fue encarcelado por la dictadura militar brasileña y quien durante el primer mandato del presidente Lula fue Coordinador del programa Hambre Cero (Fome Zero en portugués) que se convertiría en el Bolsa Familia. Teólogo de la liberación, Frei Betto es una de las personas que visitó dos veces al expresidente durante su injusto encarcelamiento.
Manuel Varese Cabrera: Durante el período de Jair Bolsonaro, debido a la pobreza, la inseguridad, la mala gestión de la pandemia y la falta de oportunidades, las cifras oficiales hablan del mayor éxodo de Brasil: más de 4,2 millones viven hoy en el extranjero. Además, a pesar de ser el tercer productor de comida a nivel mundial, 33 millones de brasileños están pasando hambre. ¿Cómo se podría explicar que Bolsonaro siga teniendo el 32% de intención de voto?
Frei Betto: Bolsonaro tiene un electorado cautivo, constituido por militares de las tres Fuerzas Armadas de Brasil [Ejército, Marina y Fuerza Aérea], agentes de las Policías Militares de los estados, policías civiles y agentes de seguridad privada a los que ha concedido sucesivos aumentos durante su gobierno. También hay un fuerte segmento de las Iglesias evangélicas neopentecostales que lo apoyan. Su esposa, Michele, es evangélica, y aunque Bolsonaro fue bautizado en la Iglesia católica cuando era niño, se hizo rebautizar de adulto en la Iglesia evangélica por razones electorales.
MVC: Según el Instituto Datafolha, a enero de 2020, el 31% de la población de Brasil se consideraba fiel a la Iglesia evangélica y el número sigue creciendo. Bolsonaro retomó la campaña en Minas Gerais en la misma esquina donde habría recibido una cuchillada en 2018, posicionando a su esposa Michelle, conocida justamente como ferviente evangélica del ala más conservadora. Durante el discurso hicieron alusión a Dios y a la Biblia. ¿Qué rol está teniendo la Iglesia evangélica en estas elecciones?

FB: Aunque el número de católicos en Brasil supera los 60 millones, las Iglesias evangélicas han crecido en los últimos años y sus fieles ya superan los 42 millones.
A diferencia de la Iglesia católica, los pastores evangélicos tienen mucha influencia sobre sus comunidades y determinan por quién deben votar los fieles. Bolsonaro supo cooptar a las Iglesias evangélicas a través del moralismo de la agenda de costumbres (defensa de la familia, contra el aborto y la diversidad de orientaciones sexuales), la exención de impuestos y la concesión de canales de radio y televisión que, en Brasil, pertenecen al Estado. Cabe destacar que muchas Iglesias evangélicas interesadas en asegurar sus privilegios, como la Iglesia Universal del Reino de Dios, siempre apoyan al presidente de turno, como apoyaron a Lula y a Dilma en el pasado.
MVC: Si bien la dupla Lula da Silva y el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, se perfilan como favoritos para las elecciones, ¿qué escenarios cree usted que podrían darse durante esta campaña para que no salgan elegidos?
FB: La posibilidad de una victoria de Bolsonaro y derrota de Lula sólo sería posible si el actual presidente utiliza su poder para sabotear las elecciones, aplazándolas, lo que creo que es inviable. O si Lula comete algún error grave en su campaña. Bolsonaro ya admite que será derrotado.
MVC: Usted siempre ha estado muy cercano a los movimientos sociales. La gran mayoría, como el movimiento indígena, el LGBTIQ+ o el Movimiento de los Sin Tierra, han sido fuertemente reprimidos por el gobierno de Bolsonaro. ¿Hay un consenso de éstos en favor de la candidatura de Lula y del PT?
FB: Sí, los movimientos populares e identitarios están con Lula. Por primera vez, las nueve centrales sindicales apoyan abiertamente la candidatura de Lula.
MVC: Brasil tiene una cámara con 513 diputados y 81 senadores, identificados con más de 30 partidos. En la cámara de diputados, para ciertos cambios es necesario obtener tres quintas partes de los votos. De ser elegido, ¿cree que Lula y el PT lograrán obtener alianzas suficientes tanto para la gobernabilidad como para las reformas que pretenden realizar?
FB: Creo que habrá un cambio significativo en la composición del Congreso Nacional. Aunque hoy muchos diputados y senadores electos no simpaticen con Lula, una vez que éste sea elegido lo apoyarán para tratar de preservar y ampliar sus privilegios y sus reivindicaciones corporativistas, como siempre ha ocurrido en la legislatura brasileña.

MVC: En el marco regional, Lula visitó a Andrés Manuel López Obrador y ha destacado la necesidad de la unidad latinoamericana, enfatizando los roles de la CELAC y UNASUR. Teniendo en cuenta la nueva ola progresista, pero también el contexto de guerra geopolítica global, ¿cree que se lograría una integración más sólida que la vivida a comienzos de siglo?
FB: Creo que sí. El triunfo de los candidatos progresistas a la presidencia de las repúblicas en Chile, Bolivia, Colombia y México; la postura híbrida de Castillo en Perú; el apoyo de Maduro a Lula en Venezuela; Díaz-Canel en Cuba y Daniel Ortega en Nicaragua, todo ello favorecerá una mayor integración latinoamericana y caribeña, así como el rescate de la CELAC, UNASUR y MERCOSUR.
MVC: Para terminar, ¿cuál cree que es el mayor desafío de Lula en esta campaña presidencial? Y, de salir victorioso, ¿cuál sería la medida más urgente a implementar?
FB: Combatir el hambre de 33,1 millones de brasileños y de 120 millones que sufren inseguridad alimentaria. Brasil, que había salido del Mapa del Hambre de la ONU en 2014, ha vuelto con Bolsonaro. Hay que reintroducir el programa Fome Zero [Hambre Cero]. Además, reducir la desigualdad social, el desempleo y la inflación, que actualmente es del 9,3% anual.
Entrevista traducida del Portugués por Manuel Varese Cabrera.
Sobre el entrevistador @ManuelVarese
Manuel Varese Cabrera es periodista, sociólogo y politólogo latinoamericano por la Universidad Católica de Quito y Máster en Artes Políticas por SciencesPo París. Colabora con el Instituto para la Democracia Eloy Alfaro – IDEAL.