Haití al borde de la catástrofe
Por Moise Dorcé
A petición de la República Popular de China, el caso de Haití fue examinado, el 26 de septiembre en curso, pen el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. México y Estados Unidos son los países que fueron encargados de preparar una resolución al respecto. EL embajador mexicano, Juan Ramón de la Fuente, considera que en la cuestión de seguridad debe centrarse la respuesta internacional y que no se puede esperar a que ocurra algo peor. La gran sorpresa en esa reunión fue tal vez la intervención del Ministro de Asuntos Extranjeros de Haití, Víctor Geneus, en la que afirmó que todo estaba bajo control. En Haití, hubo incredulidad frente a tal posición.
Por ejemplo, las asociaciones patronales publicaron un comunicado donde califican de irresponsables las palabras del funcionario que no reflejan en nada la situación real del país y piden que gobierno rectifique ese desatino diplomático.

Hoy Haití que está lejos de ser verdaderamente independiente, después de haber sido el primer país de América latina y del Caribe a liberarse del yugo colonial, está viviendo uno de los peores momentos de su historia. Una violencia alarmante está sacudiendo el país y es evidente que se necesita de la cooperación internacional para que pueda tomar otro rumbo.
Después de su primera independencia en 1804, la excolonia de Francia y primera república negra del mundo ha pasado por muchos períodos de inestabilidad política y social originada por las luchas de su pueblo en busca de mejor condición de vida, los conflictos entre sus élites rapaces y las intervenciones extranjeras. De hecho, la mayoría de sus presidentes no alcanzaron terminado su mandato. La situación actual es especial por la combinación de factores que pueden llevar el país al colapso.
En Julio de 2021, el presidente Jovenel Moise, en su último año de gobierno, fue asesinado en su domicilio sin ninguna reacción de su cuerpo de seguridad y con la participación de muchos mercenarios colombianos. El país que ya estaba enfrentando muy graves problemas vio aumentar su calvario. Este magnicidio con participación y complicidad extranjeras no ha sido aclarado. Dos de los sospechosos han sido extraditados a Estados Unidos. Muchos de los mercenarios están en la cárcel en Haití, pero las investigaciones están estancadas. Ojalá avancen “un día” y se quiera descubrir los verdaderos autores y los motivos de esa acción criminal que ha cambia el clima político del país.
La agravación de la situación en Haíti tomó otra dimensión cuando el actual primer presidente Ariel Henry, nombrado por una instancia extranjera y vinculado con un sospechoso del magnicidio según el New York Times, anunció el aumento en un 127% del precio de la gasolina. Eso se explica porque el gobierno, no puede seguir con la subvención que le cuesta 427 millones de dólares al año y se sabe que también por los compromisos con el FMI.
Automáticamente el pueblo, ya en estado de pobreza, salió a protestar en toda la república. No podemos olvidar que el país ha tenido cuatro años de recesión. Según la FAO un 80% de la población no tiene asegurado el acceso a la comida y 47,2% sufre de malnutrición. La inflación en el mes de julio fue de 30% y se prevé que puede alcanzar 50% en diciembre. La escasez de carburantes empezó desde hace cuatro meses al tiempo que un mercado informal aumenta los precios y beneficia a unos cuantos.
Peor todavía es la existencia de más de 70 pandillas armadas y, muchas de ellas mejor equipadas que la propia policía nacional. Se dedican a sembrar el terror principalmente en la capital, secuestrando, violando y aislando diferentes zonas.

Nueve de ésas hicieron una alianza, denominada G9 que imponen sus decisiones a la población y al gobierno que se ha mostrado ineficaz para combatirlas. Los conflictos permanentes entre las pandillas causan muchas muertes y exacerban el clima de inseguridad en el país. La gente tiene a salir a las calles. A pesar de eso la población se manifiesta y pide la salida de Ariel Henry. Muchos sindicatos han declarado una huelga por tres días y prometen seguir si no reciben respuesta positiva a sus reivindicaciones
Actualmente, el jefe del G9, el ex policía Jimmy Cerisier alias “Barbecue” y miembros de su pandilla bloquean la principal terminal petrolera del país y reta al gobierno a que los saque del lugar. Ese depósito almacena 70% de los combustibles utilizados en el país. Según Prensa Latina, resguarda casi cuatro millones de galones de diésel, y también casi cuatro millones de galones de gasolina y 817 mil de queroseno. Eso puede paralizar al país en breve.
Aprovechando las circunstancias muchos saqueadores hacen de las suyas atacando oficinas de gobierno y empresas privadas. En algunos casos, se sienten las manos de instigadores de violencia que mandan atacar a adversarios políticos o competidores económicos. Sacan roban y destruyen documentos o expedientes como se vio cuando el 10 de junio una pandilla conocida como “5 segundos “ocupó el Palacio de Justicia
Caos, violencia, miedo, abusos, aumento del costo de la vida, desesperación de gran parte de la población, principalmente de los jóvenes que no pueden tener ninguna esperanza para el futuro en las condiciones actuales. El pueblo en eso sigue reclamando con fuerza condiciones de vida aceptables y respeto a sus derechos humanos.
¿Cuál sería la solución en el corto plazo? Se debe poder controlar a las pandillas armadas. Por otra parte, las diferentes fuerzas políticas necesitan llegar a un acuerdo sobre un proyecto viable que permita regresar a un orden constitucional y crear condiciones para futuras elecciones verdaderamente democráticas. Ese acuerdo se dificulta porque la llamada comunidad internacional y sus aliados internos plantean la realización de elecciones cuanto antes aun en condiciones inadecuadas. Se siente algo como la voluntad de no permitir que haya una participación masiva de la población con posibilidad de elegir a un candidato cercano a sus intereses.
La otra posición está a favor primero de un gobierno de transición incluyente susceptible de crear la posibilidad de una salida democrática a los problemas
La ayuda internacional indispensable no debe ser una mascarada para aumentar la dependencia del país, seleccionar un candidato a modo, mantener el pueblo en su desastrosa situación de miseria y seguir pisoteando la soberanía nacional. En la reunión del Consejo de Seguridad, se oyeron muchas promesas y afortunadamente denuncias de la hipocresía de ciertos países responsables también de los graves problemas de Haití. Esperemos la propuesta de resolución de los representantes de Estados Unidos Y México como de la evolución de los diálogos entre los principales actores políticos haitianos.